Semanas complicadas, especialmente la primera de ellas y la segunda. En la tercera fue más sencillo volver a la rutina.
Comenzamos la primera de ellas (la siete) con una semana muy cargada de trabajo ya que estamos en el inicio de la instalación de los telecentros, lo cual obliga a entrar al trabajo muy temprano lo que hace que la hora de 7 a 8 de la mañana que tan bién me viene no pueda hacerla. Consecuencia tengo que agrupar todo el entreno en el horario de 7 a 10 de la noche.
Se hacen pesados los entrenos, ya que a parte de la larga jornada de trabajo y tener que juntarlo todo al final del día, se une el echo de haber juntado la parte gruesa del entreno de Lunes a Miércoles, ya que el Jueves nos íbamos a Francia, y durante el resto de la semana poco podría hacer salvo correr. Así que acumulé los entrenos de piscina al principio de la semana, y al final de la siguiente a la vuelta del viaje. Igual haría con la piscina dejando los dias de descanso (el Jueves de la semana 7 y el Martes de la 8),de ámbas semanas para que coincidieran con los dias de viaje.
En París los últimos tres dias de la semana 7 y el primero de la 8 solo me limitaría a correr, pero fue literalmente imposible, no por falta de tiempo o sitio para hacerlo, sinó por un tiempo infernal en el que la temperatura no subió de los 2 grados bajo cero, viento, y muchísima nieve y hielo.
Así que filosofía de descanso, con la acumulación de trabajo que hice las semanas anteriores me vendrían bién para descansar y desconectar algo.
La segunda semana volvíamos de viaje el martes, con lo que quedaba toda la semana para ponerme al día, además con vacaciones, con lo cual podría repartir bién los entrenos.
La tercera semana fue una vuelta a la rutina con los entrenos habituales, además estra semana incluía dos dias con salida a la hora de comer y uno festivo, fácil para poder completar el enteno asignado. El Sábado dia de escándalo y super test de forma con la bici. Salida a lanjarón con el grupo y con guerra en dos partes, primero subida a Lanjarón a un ritmo altísimo en el que llegué a marcar un 186 de pulso máximo, pero en el que me ví bastante bién tanto de piernas como de ritmo. La segunda batalla algo menos intensa pero más larga fue la subida desde Lecrín a Durcal en la que me encontré bastante bién sobre todo a medida que pasaban los km.
2 comentarios:
Que fino te veo Uge que fino te veo.
Miedo me dais...
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